Nunca imagina uno los acontecimientos que el Señor le tiene reservados.
La convivencia que hemos vivido este fin de semana, en la Casa Sagrada Familia de Vallvidriera, ha tenido aspectos novedosos: la casa, las dinámicas de grupo distintas a otras ocasiones, además de esas barreras que uno trae y que pueden dificultar el aprovechamiento de lo que Dios quiere decirme personalmente. A pesar de todo ello, Jesús siempre sabe encontrar la manera de hacerse presente.