El pasado día 21 de noviembre, celebración de Cristo Rey, pudimos disfrutar de la primera excursión de montaña. El día no pudo empezar mejor. Después del traslado en transporte público a la Colonia Güell asistimos a la misa celebrada en la Cripta Gaudí, un marco maravilloso dónde disfrutar de la celebración de Cristo Rey, dentro de una obra de arte, con un sacerdote cercano y enérgico, ¡¡y en COMUNIDAD!!
Al término de la eucaristía empezamos nuestro recorrido de ascenso a la ermita de San Ramón. La convivencia era excelente, a un ritmo suave nos daba tiempo de mantener conversaciones con diferentes hermanos y hermanas, hasta la rampa final. Unos metros finales exigentes que nos hicieron perder el resuello a más de uno y valorar que, para llegar a la meta, siempre hay que hacer algún esfuerzo extra.
A la llegada, y después de recuperar la respiración, nos reencontramos con algunos hermanos y hermanas que, por diferentes motivos, habían subido en coche. Ya todos juntos, cerca de una treintena, hicimos un ratito de oración a los pies del Santo, y la preceptiva foto de grupo.
La comida fue otro ratito de convivencia especial. Repartidos en diferentes mesas de picnic, entre bocadillos, refrescos, algún bizcocho y chocolates (gracias Pilar), compartíamos con tranquilidad palabras de ánimo, aspectos de nuestra vida familiar o personal, reflexiones sobre la comunidad, sobre nuestra vida de fe, y otros temas algo más banales. Y siempre con alegría cristiana.
Después de la merecida comida y de un ratito de reposo nos encaminamos hacia Sant Boi. Por una pista forestal amplia y agradable, en continuo descenso, íbamos haciendo camino en compañía de la Virgen María, haciendo el rosario. Y al finalizar no pudieron faltar esos chistes de los hermanos con los que acabamos la excursión entre risas.
Llegamos en tren a Cornellá, cansados pero con la sensación de que habíamos pasado un gran y santo día.
Doy gracias a Dios por el don de la Creación, por el magnífico día que nos ofreció, por la convivencia con los hermanos y hermanas y por la fuerza de la comunidad.
¡Hasta la próxima!
Cándido